¿Reparar o extraer piezas dentales?

Hoy, en nuestro blog, nos ocupamos de la odontología conservadora, una técnica ideada para reparar daños ocasionados en las piezas dentales sin tener que recurrir a la extracción de estas.

Empecemos por el principio: ¿cómo se dañan los dientes hasta el punto de tener que reconstruirlos? El motivo más habitual es la aparición de caries, una patología provocada por los ácidos de ciertas bacterias que se acumulan en los dientes y terminan por destruir los tejidos que los componen, dando lugar a cavidades en las piezas dentales. La mejor forma de evitar que se acumulen estos ácidos es cepillar correctamente los dientes y encías.

Aunque el término “reconstrucción”, en este caso, pueda resultar imponente y parecer que se trata de un procedimiento muy complicado, no es más que lo que se conoce como “empaste”, una técnica sencilla que los odontólogos practican a diario. Las piezas con caries pueden ser restauradas fácilmente con materiales estéticos, como las coronas, las carillas de composite u otro tipo de incrustaciones; evitando así tener que realizar un tratamiento menos agradable para el paciente: la endodoncia.

Otra de las causas que pueden hacer que el paciente necesite una reconstrucción son las lesiones o traumatismos que hacen que los dientes se fracturen. También existen pacientes cuyos dientes tienen una anatomía propia a la acumulación de bacterias.

Ventajas de la odontología conservadora

La odontología conservadora o restauradora presenta una serie de ventajas para el paciente que es conveniente recordar:

  • Evita la la extracción de la pieza dental, un procedimiento más complicado e incómodo para el paciente, que además debería someterse en el futuro a un tratamiento de implantología si quiere contar con todas las piezas de su dentadura.
  • Permite al paciente mantener sus dientes originales, conservando así la estructura natural de su sonrisa.
  • Es una técnica que no requiere mucho tiempo.
  • El coste para el paciente es menor que si tuviera que someterse a una extracción y a un implante posterior.

En cualquier caso, lo ideal es que el paciente no tenga que someterse ni a una reconstrucción ni a una extracción. ¿Y como se consigue eso? En primer lugar, llevando a cabo una correcta higiene dental y, en segundo, realizando visitas periódicas al dentista. Gracias a estas revisiones, se pueden prever este tipo de daños o diagnosticarlos en su fase más temprana, ahorrando tiempo y molestias al paciente.

¿Tus dientes están dañados o fracturados? No dudes en pedir cita en cualquiera de las clínicas Pérez de Castro Martín. Nuestro equipo de dentistas te asesorará y te aconsejará acerca de las opciones que mejor se adapten a la salud de tu boca.

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