Tener unos dientes blancos y sanos y una bonita sonrisa es un deseo que todos compartimos y sabemos que para conseguirlo es fundamental seguir una rutina constante de higiene dental. Pero muchas veces esto no es suficiente ya que muchos de los alimentos y bebidas que consumimos a diario pueden hacer que nuestros dientes se decoloren y manchen.
Empezaremos por las bebidas ya que suelen ser más problemáticas debido a que su consumo es más frecuente y, sobre todo, porque al ser líquidos, llegan a más zonas de la boca y pueden dañar más gravemente el esmalte tener más penetración.
Vino
Esta es una de las bebidas más perjudiciales para el blanco de los dientes debido principalmente a su acidez (que corroe el esmalte), pero también por la presencia de taninos y cromógenos (sobre todo en el caso del vino tinto), que contribuyen a teñirlos de un color violáceo.
Café
También contiene una alta concentración de cromógenos. Esto, unido a su consumo frecuente, es una de las principales causas de la coloración dental.
Té
Como el vino, también presentan una alta cantidad de taninos (especialmente el té negro y el rojo), que pueden hacer que los dientes se vuelvan amarillentos.
Refrescos, bebidas azucaradas y energéticas
El azúcar y los ácidos contenidos en estas bebidas los hacen especialmente perjudiciales para la salud y fortaleza de nuestros dientes, ya que atacan directamente al esmalte. Ten en cuenta que los zumos y, sobre todo, los de cítricos, son también potencialmente dañinos.
Salsas de soja y vinagre balsámico
Estos dos aderezos también pueden calar en el esmalte debido a su intenso color y, en el caso de la soja, su alto contenido en azúcares.
Frutas y verduras pigmentadas
Frutas como los arándanos, las moras y las cerezas tienen un color muy potente que puede adherirse al esmalte y osucrecer los dientes. Las verduras oscuras, como la remolacha, también pueden tener ese efecto.
Cómo combatir los efectos de estos alimentos
Aunque hoy hablemos de cuáles son estos alimentos y bebidas, no significa que debas dejar de tomarlos. Pero sí que puedes reducir su ingesta y tener en cuenta que, tras su consumo, debes cepillarte los dientes y utilizar enjuague dental para reducir su contacto y acumulación en tu dentadura. Además, recuerda que debes realizarte una limpieza dental profesional al menos una vez al año.
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Odontólogo en Clínica Dental PCM. Especialista en implantología y cirugía oral.
