La aparición de los primeros dientes en los bebés es uno de los momentos clave más esperados y también uno de los más temidos por los padres.
El primer diente en salir suele hacerlo entre los 4 y 6 meses de edad del bebé y este proceso puede extenderse hasta los 20 e incluso llegar a los 30 meses, aunque esta duración puede ser distinta según el caso. Hay niños a los que les tardan más en salir y en raras ocasiones puede ocurrir que el recién nacido ya llegue al mundo con alguna pieza dental visible.
El orden en el que surgen los dientes también es una cuestión variable, aunque por regla general los primeros en hacerlo son los incisivos centrales inferiores, después los incisivos centrales superiores, seguidos por los molares, los caninos y los segundos molares, primero los de la mandíbula inferior y después los de la superior.
Este es un proceso completamente natural, pero el malestar que sufren los bebés durante su desarrollo hace que se convierta en un pequeño quebradero de cabeza para sus padres. Estas molestias que sufren los bebés son incómodas, pero en ningún momento alteran la vida del niño.
A continuación te contamos cuáles son estos síntomas y cómo puedes ayudar a tu bebé a aliviarlos:
- Aumento del babeo debido a que la dentición estimula la producción de saliva, lo que también puede provocar cierta irritación de la piel de la cara y humedecer su ropa. Procura llevar pañuelos secos y suaves para secar las zonas mojadas, ponle babero con trasera impermeable y lleva siempre ropa seca para cambiarlo. También puedes aplicarle una crema hidratante cuando la piel esté seca para evitar la dermatitis.
- Dolor en las encías. Al salir, los dientes tienen que romper la encía y esta molestia puede hacer que tu bebé esté más irritado de lo normal. Para aliviar este dolor dale un mordedor refrigerado o utiliza como alternativa un paño húmedo después de tenerlo un tiempo en el frigorífico.
- Rechazo del pecho o del biberón ya que la succión hace que el dolor aumente. Prueba a darle pan o galletas humedecidas y trozos de manzana o zanahoria no demasiado pequeños y que estén algo fríos para que le alivie el dolor.
Es importante que empieces con su higiene dental desde el primer diente para evitar la caries. Frota suavemente sus encías y sus dientes con un paño humedecido. A partir de la aparición de los molares se recomienda empezar a usar cepillo de dientes y hacerlo tres veces al día, especialmente antes de acostarse por la noche. Así, además, el niño se va acostumbrando a la rutina de higiene.
Contenido supervisado y validado por Dr. Manuel Pérez, odontólogo en Clínica Dental PCM y especialista en implantología y cirugía oral.