Beneficios emocionales de los implantes dentales

Los implantes dentales son uno de los tratamientos más revolucionarios de los últimos años dentro de la odontología. Porque además de las numerosas y evidentes ventajas para la salud dental, contar con todas las piezas dentales y con una boca perfectamente sana, trae consigo otra serie de beneficios emocionales y psicológicos que hacen disfrutar más de la vida.

Por nuestra clínica dental en Córdoba han pasado ya cientos de pacientes que han podido, gracias a los implantes realizados por nuestros especialistas, recuperar la sonrisa y la confianza en ellos mismos.

Qué es un implante dental

Queremos empezar por explicar en qué consiste el tratamiento de implantología. Un implante es una especie de tornillo, normalmente fabricado en titanio, que hace las veces de raíz del diente. Después de colocarlo e integrarlo en la mandíbula, se procede a incorporar en el implante, que sirve como soporte, la prótesis del propio diente.

Efectos emocionales de un implante dental

Lo primero que nota un paciente tras finalizar el tratamiento es la sensación de tener toda la dentadura completa y en perfecto estado. Y, como ya hemos dicho, además de las consecuencias lógicas para la higiene y la salud dental y física del paciente, le provoca más de una satisfacción psicológica. Vamos a verlas:

  1. Recuperar la confianza en sí mismo.

Los dientes deteriorados o la ausencia de piezas dentales hacen que las personas que los padecen sufran mucho por su aspecto físico. Contar con una dentadura en buenas condiciones provoca, en muchos casos, la seguridad en sí mismo que necesitan para seguir adelante. En muchas ocasiones, la persona incluso se atreve a dar pasos para mejorar otros aspectos de su vida, como un cambio de trabajo o la recuperación de las relaciones personales.

 

  • Comer mejor y más sano.

 

La falta de dentadura provoca que no se puedan consumir determinados alimentos o, al menos, no se pueda disfrutar de ellos como se debería. Piensa, por ejemplo, en los beneficios de comer una manzana a bocados (como aporte de vitamina o la reducción de la placa bacteriana). Si cuentas con todos tus dientes en buenas condiciones, podrás volver a comer de todo y sin miedo a hacerte daño.

 

  • Cuidar más la salud y el aspecto.

 

Los implantes dentales siempre suponen una mejora en la apariencia física del paciente. Y esa mejora física y de salud, supone en muchos pacientes, una voluntad por seguir mejorando. Es bastante común que, tras un tratamiento de implantes, las personas hagan más deporte, coman más sano, se cuiden más los dientes y el resto de su cuerpo.

 

  • Sonreír más y disfrutar de la vida.

 

Todos estas consecuencias positivas conllevan que los pacientes sometidos a tratamiento dejen atrás sus complejos, se cuiden más y mejor, no tengan miedo de sonreír y abandonen el hábito de taparse la boca al hacerlo… En definitiva, los implantes dentales suponen una mejora indiscutible de la calidad de vida y elevan las ganas de disfrutarla al máximo.

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